Más datos sobre la cima y crónica de Pauner y Xavi Arias sobre el alud que les alcanzó en el campo 3
Fuente: www.barrabes.com/revista/noticias/2-6574/mas-datos-cima-cronica-pauner.html#comentarios
Todos los expedicionarios se encuentran desde ayer por la noche sanos y salvos en el campo base. Para que no quedara ninguna duda, alcanzaron las 3 posibles cimas del Annapurna, como puede verse en el track de Joao García. Pauner, Oiárzabal y Xavi Arias son alcanzados por un alud pero salen sanos y salvos, excepto un fuerte golpe en la espalda para Xavi que ya está siendo tratado
Ayer a las 4:45 pm hora local el último de los alpinistas regresaba al campo base del Annapurna. Algunos con la cima en el macuto, otros con la aclimatación ya cubierta esperando una próxima ventana de buen tiempo para salir hacia cima.
Así lo cuenta el equipo de Edurne desde el campo base:
“Edurne Pasabán ha conseguido hollar la cima de su decimotercer ochomil - junto a todos sus compañeros! A las 2:10 de la tarde de hoy, hora local, Asier Izaguirre alcanzó los 8.091 metros del Annapurna, seguido de cerca por el resto de miembros del equipo de Al Filo de lo Imposible: Edurne, Alex, Nacho y los sherpas Mingma, Pasang y Gempu.
“Han logrado hacer la cima de este mastodonte que es el Annapurna,” explicaba el médico de la expedición, Pablo Diaz-Munió. “Ha sido una paliza importante pero lo han logrado.” Toñín Perezgrueso, subdirector de Al Filo de lo Imposible, calcula que han sido necesarias diez horas de ascensión desde el C4, de donde partieron esta madrugada, hasta la cumbre.
“Después de las fotos pertinentes, e incluso de haber hecho las tres cimas posibles (para evitar suspicacias), están ya inmersos en la tarea de bajar al Campo 4, donde pasarán la noche,” añadió Pablo.
Joao Garcia, que llegó a la cima hacia la 1:30pm, hora local, se ha convertido en el primer portugués que completa los 14 ochomiles. El Sherpa Mingma también ha coronado. El equipo de Joao destaca que la ascensión se complicó mucho en el tramo final debido a un corredor de hielo que hubo que remontar. Recordemos que los alpinistas habían utilizado ya hasta el último metro de cuerda de que disponían.”
Por otro lado, un alud estuvo a punto de provocar una desgracia al grupo de Pauner, Oiarzábal y Arias. Así nos lo cuenta Carlos desde la seguridad del campo base:
“De repente, un estruendo terrorífico se cierne sobre nosotros. Levanto la mirada y veo una avalancha de bloques de hielo que se precipita como una lluvia de meteoritos. Esquivo el primero, que me arranca el gorro de la cabeza y me lanzo al suelo, al igual que hacen mis compañeros. Una primera andanada de golpes y alguien chilla: Estáis todos bien? No hay respuesta, o por lo menos no la que esperábamos. Otra segunda andanada de bloques tamaño televisión nos golpea sin piedad. Después, silencio. Absoluto silencio y un grupo de sombras de aspecto humano que se van levantando poco a poco, todavía con el miedo en la mirada. Milagrosamente todos hemos salvado la vida y seguimos en el mismo lugar. Xavi ha salido peor parado y tiene un fuerte golpe en la espalda. Los demás poca cosa. Acabamos de llegar al emplazamiento del campo 3 y este ha sido el recibimiento.
Un día duro, sin duda. A las 8 de la mañana arrancábamos de nuestro campo 2 y nos disponíamos a atravesar la zona más peligrosa de esta cruel montaña. Debajo del gran embudo que baja directamente de las alturas, cruzamos con el corazón encogido bajo toneladas de hielo colgante. Tras 30 minutos de tensión, cruzamos este paso de las Termópilas y nos encaramamos en un lateral del corredor, más a salvo de las principales avalanchas, o por lo menos eso nos parece. Luego un terreno muy vertical e incluso desplomado nos ha conducido al glaciar colgante del campo 3. Es un lugar peligroso, expuesto y mientras decidimos donde montar las tiendas, nos ha sorprendido este alud de hielo, que proviene de una rotura de un muro helado a cientos de metros sobre nosotros. Asustados, desorientados, hemos descendido unos pocos metros y puesto el campo al abrigo de un bloque gigante de hielo. Este sitio sí que es seguro y así hemos podido descansar de un día lleno de riesgo y fatiga.
Hoy ya estamos reposando en el campo base, meditando sobre lo sucedido, conocedores de la suprema suerte que hemos tenido en una montaña que no da ni un respiro al alpinista. Xavi se recupera del costalazo y todos nosotros descansamos con la tranquilidad del deber cumplido y con el cosquilleo del pánico todavía calado en los huesos. Con este episodio damos por terminado el periodo de aclimatación y ahora ya esperamos el ataque a cima. La próxima vez que salgamos para arriba será para ir al campo 2, luego al 3 y seguir hacia la cima, montando un intermedio campo 4 antes de acariciar la blanca cumbre. Ojala todo salga bien, como va yendo hasta ahora. Ojalá sigamos teniendo ese punto de suerte que nos ha acompañado hasta la fecha. Proseguiremos con precaución, que no con miedo. Proseguiremos con esperanza y cautela en una difícil y hermosa montaña del Himalaya.”
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